viernes, 4 de mayo de 2018

Los monstruos del rock de aca la memoria de una leyenda


Una iniciativa de un empresario visionario de la música rock y metal, en un tiempo que a penas se abría y que comenzaba a dejar de ser un peligro todo este movimiento.

Era 1996, las calles se plagaron de un cartel amarillo que anunciaba un festival con mas de 10 bandas de rock en un recinto que podia albergar a mas de 10 mil almas, comenzaba una tradición en muchos sentidos.

El cartel de la primera "tocada" a la que asistí. Fue una pequeña amalgama de la escena subterránea de aquellos días. Desde muy temprano la banda se dejo caer a la ahora extinta plaza de toros "El Toreo". Abrió La Concepción de la Luna y cerró Cuca. Resorte aún no tenía disco, Charlie Monttana comenzaba su carrera de solista, Rod todavía estaba con Heavy Nopal, Lira'n Roll no tocó, en Next estaban 5 Alanis, Malón venía de Argentina.

Luzbel era la banda que personalmente más esperaba, salieron a las 15:10 con un set de 5 canciones demostrando porque han sido la banda más importante del metal nacional, Alejandro, Zito y Raúl ejecutando himnos que todos los reunidos ahí coreabamos; Arturo anunciaba que este festival se repetiría año con año.

El desempeñó general de todas las bandas fue excelente, impresionantes actuaciones de Kenny, Ramses, Banda Bostik, Tex Tex y Transmetal.
Un festival inolvidable, han pasado más de 20 años y hay cosas que han cambiado, para bien y para mal.

Hacen falta eventos así, donde se mezclen géneros y bandas comerciales con las subterráneas porque hay quienes creemos que el Rock Mexicano es uno solo, dividido por salud, pero uno solo al fin y al cabo.

Santiago Ramirez

martes, 3 de abril de 2018

Los jefes de jefes del rock mexicano



Por iniciativa de quien era el manager de Transmetal, Juan Santos, un joven a quien le gustaba el metal y tenía en mente el impulso de este movimiento, que cada vez se hacía más grande y que poco a poco se convertía en una cultura arraigada en la periferia de la ciudad de México, se llevó a cabo el 1 de Mayo de 1996 un evento al que se le denomino “Mounstros del rock de acá”, que se llevo a cabo en aquel Toreo de cuatro caminos, que marcaba el fin de la Ciudad de México y la entrada al Estado de México en el municipio de Naucalpan.

El cartel lo encabezaban las bandas Cuca, Resorte, Transmetal, Haragán, quienes estaban en voga con sus seguidores, la primer intención de juntar a estas bandas era tener una amplitud de géneros y que la gente se la pasara bien, no importando cuál era su preferencia, era acostumbrar a la gente a ser parte de estos festivales, de los que poco se conocía en este momento, ni siquiera él Vive Latino existía.
Lleno de símbolos ideológicos, Juan Santos quien en el futuro lanzara la empresa JSC producciones, pensó en celebrar un día de rock para todos los trabajadores de México, pues la mayoría de ellos eran quienes seguían a estas bandas y más en las inmediaciones de la ciudad, por ello se eligió el puente del 1 de Mayo, el día del trabajo, con la conciencia de que ese día se podía celebrar sin problemas con la familia completa, cosa que era difícil en otras tocadas, pero en esta no.

Así comenzó la tradición, con un Toreo de Cuatro caminos lleno en 1 de Mayo, solo bandas de rock, rompiendo con todos los pronósticos posibles, es aquí cuando Juan Santos comienza una labor, crear el primer festival de rock en México.
El nombre estaba bien, pero Santos, quería reforzar los simbolismos y sobre todo la idea de generar un festival que fuera para toda la banda, para que ese público que comenzaba a hacerse más sólido, ese público que comenzará con los movimientos de metal, punk, blues, que apoyaba a los hoyos funkies, que comenzaban a seguir los pasos de sus padres, para toda esa banda era a la que se le dedicaba este evento, que además iba ad hoc con esa apertura increíble al rock en algunos medios y ya la aceptación de los gobiernos por este género.

Es así como surge para 1997 Los jefes de jefes del rock mexicano, un nombre que hace una doble alusión, obviamente a los grupos que se presentan y principalmente al público pues este festival es una celebración para ellos, para su conjunción para su beneplácito.
La nueva sede fue la Arena López Mateos, en donde tocaron año con año bandas como Haragán, Lira n roll, Transmetal, Espécimen, TexTex, Charlie Monttana entre otras que hacían de este festival un momento idóneo para celebrar el rock mexicano.
Una constante de este evento era la producción excedidamente pulcra, los horarios, la logística, la presentación de las bandas, las preventas, la imagen del festival, todo siempre estaba bien pensado por el creador del mismo, quien año con año media lo que salía bien y lo que salía mal.

Fue en el año 2006 cuando la Arena López Mateos registro un lleno excedido el cual marcaba que el recinto ya quedaba chico para este gran festival que además hacia que publico desde Toluca, Puebla, Cuernavaca y hasta Estados Unidos, fue entonces cuando el festival migro hacia el Centro de Convenciones de Tlalnepantla, en donde con más de 5 mil asistentes se comienza una nueva etapa en el festival, una celebración masiva del rock mexicano.

El 2007 y 2008 fueron históricas para el festival, pues con más de 8 mil asistentes, una gran producción y sobre todo excelentes bandas, el festival se consolidaba y se convertía en el más importante de rock.
Durante el 2009 fue la primera ocasión en que el festival se suspende por la contingencia de la pandemia en México, lo que hizo que el festival se llevara a cabo hasta el 31 de Mayo, en donde se filmaría el DVD de Espécimen, Deskonzierto.
Para entonces el festival Los Jefes de jefes del rock mexicano, ya era un referente del underground, un festival al que asistían personas desde todas las partes del mundo, pues grupos de Ecuador, Argentina y Perú lograron presentarse en el festival, además de convocar público desde Estados Unidos, El Salvador y la mayor parte de la República mexicana.

Para el 2010  evento se llevó a cabo al aire libre pues Las Palapas, fueron el recinto que alojo al festival haciendo de este evento algo único, pues bandas como Liranroll, Tex Tex o Interpuesto hacían que la cartelera de este festival fuera asegurada, además de que fuera el primer festival de esta índole en ser docume ntado para Riff111, lo que hacía de Los Jefes de jefes del rock una experiencia completa que además entraba a la vanguardia de los festivales.

Para el 2012 Los Jefes de jefes del rock encontraron un nuevo recinto, la recién inaugurada Arena Ciudad de México, un recinto de primer nivel, en donde bandas como Real de 14, Liranroll, Espécimen o Sam Sam, entregaron lo mejor de su repertorio en un festival que era para el rock mexicano, un evento que dignificaba al movimiento y que hacía ver que el rock en nuestro país estaba en un punto merecedor.

El 201y 2014 el evento se llevó a cabo en un desaparecido foro en  Lomas Verdes para que en 2015 se llevara a cabo el último Jefes de jefes en el Rodeo de Santa Fe, en Tlalnepantla.
Porque un festival de esta magnitud decayó?, que fue lo que paso, que una tradición rockanrolera, ahora es parte del recuerdo del rockero mexicano?, porque a pesar de haber sido el primer festival de rock de trascendencia se quedó estancado en el camino?, estas son solo algunas preguntas que nos hacemos cuando recordamos ese Centro de convenciones repleto sin importar que el evento se llevara a cabo en lunes o martes y que al otro día hubiera trabajo, donde se juntaban los niños, con los hijos y los abuelos, donde todo soltero llegaría con sus mejores galas para ligar a alguna rockerita por medio del baile, esa amplia producción que hacía que los grupos se sintieran tan a gusto y sobre todo que vieran en el festival una verdadera oportunidad de expansión de sus propuestas y proyectos.

Probablemente todo esto nos llevaría al asunto del trabajo en conjunto, del trabajo en equipo, las cuestiones de asumir lo que nos corresponde, eso es lo más fácil de entender, que para hacer solidas las industrias hace falta liderazgo, profesionalización y compromiso.
Un festival que un año más extrañaremos, pues tampoco este 2018 hay si quiera algún augurio de que este festival nos sorprendiera.



martes, 13 de febrero de 2018

Rockotitlán: El lugar del rock 1985 - 1990



Eran mediados de los años 80, la represión cada vez era menor para el rock, los cafés cantantes de pronto se convertían en lugares en donde el rock comenzaba a sonar, aunque no eran lugares para muchas personas y además combinaban una serie de géneros que de pronto hacían que esa escena se convirtiera en elitista para el rocker común, quienes conocían a esos lugares como espacios intelectuales.

Lugares como LUCC o La Rockola, comenzaron a marcar una pauta en la ciudad de México, presentando bandas que comenzaban a armar sus proyectos y que poco a poco iban generando adeptos a una nueva generación de rock en México, ya no eran hippies, ya no buscaban covers, ahora se iban por algo autentico, original y es por eso que Kerigma, Dangerous Rythm o Kenny and the electrics, comenzaban a tener cabida en estos espacios.

Por supuesto que el cimiento de Three Souls in my mind, hacía que el hoyo funkie siguiera vivo, que las tocadas siguieran existiendo y eso hacía que los chavos tuvieran ese chance de poder asistir a tocadas más grandes, en la periferia de la ciudad, lo que hacía ya poco a poco que se comenzara a gestar la estabilidad para el censurado ritmo del rock mexicano.

Fue en 1983 que nace Botellita de jerez, una banda que surge de varias bandas como Los Nakos, Ley de Herodes, los Tepetatles y otros proyectos que ya daban una idea de la propuesta que podría tener el rock nacional, conformados por Sergio Arau en la guitarra y en la voz, Armando Vega Gil en el bajo y en la voz y Paco Barrios “El mastuerzo” en la batería, una banda que incluía canciones en español, llenas de sarcasmo, uso del lenguaje y performance en vivo.

Fernando Arau, hermano de Sergio, en ese momento era actor de una serie de televisión que se transmitía en lo que hoy sería el canal de las estrellas, “Cachun cachun ra ra!”, un programa juvenil que tenía mucha audiencia. En otras épocas Fernando y Sergio habían sido parte de bandas de rock, pero al comenzar su carrera en la televisión los hermanos se separaron, en la mejor época de la serie televisiva, la gente le mencionaba a Fernando que su hermano Sergio, había integrado una banda de rock que cambiaría la historia, por cuestiones de trabajo Fernando pudo escuchar a Botellita de jerez hasta casi un año después de su lanzamiento.

Inmediatamente Fernando Arau se declaró fan de la banda y comenzó a apoyarlos económicamente junto con Manrique Moheno, un abogado que le hacía de manager de la botellita y entre todos comenzaron a levantar a la banda, al grado de haber tenido más de 400 presentaciones en la ciudad de México entre 1984 y 1985.

El instinto llevo a Fernando Arau y Manrique Moheno a asociarse con Botellita de Jerez para fundar un lugar de rock, pero no como los que ya había, una especie de foro completo para que la banda se desarrollara y que este mismo espacio serviría para desarrollar a otras bandas que comenzaban a gestarse en el circuito.

En una plática entre todos los involucrados se quedó que se buscaría el mejor lugar para construir este foro, fue precisamente Paco Barrios, quien manejaba su taxi y encontró una azotea en pleno Insurgentes, a la altura de la colonia Nápoles.
Al otro día fueron a ver el lugar Fernando, Sergio y Manrique, el trato de la renta estaba idóneo, pero había que hacer muchas adaptaciones para que el foro pudiera operar y así fue, Fernando y Manrique se asociaron poniendo dinero y Sergio, Armando y Paco se asociaron como los responsables de la operación del lugar.

En esa misma semana durante las reuniones de trabajo y la adaptación del lugar, Sergio y Fernando cenaban en un Vips, en donde platicaban del nombre del lugar, al que decidieron nombrar “Rockotitlán”, el lugar del rock, el logotipo lo creo Sergio en una servilleta y así tenían ya la publicidad para la presentación del lugar, se inauguraría el 14 de Septiembre de 1985.
El lugar tenía capacidad para 270 personas, aunque en la inauguración se contaron más de 350, se realizó un cartel con bandas como Botellita de Jerez, el recién estrenando TRI ya con Alejandro Lora, Kerigma, Guillermo Briseño entre otros.

A unos cuantos días el terremoto interrumpió la inauguración del lugar, tiempo que sirvió para organizarse mejor en la administración, pues los primeros días de operación no sabían ni como se hacía la chamba.

Los botellos iniciaron un contrato para las bandas que constaba de puntos especiales como
  • -          Solo Javier Batíz tenía permitido cantar canciones en ingles
  •   Estaban prohibidos los covers
  • -          Los grupos que se presentaban en Rockotitlán, tenían membrecía vitalicia para la entrada gratuita a Rockotitlán.  


Esta ideología comenzó a cambiar el rumbo de la industria, pues las bandas comenzaron a cambiar sus nombres que estaban en inglés al español, así como la música se debía convertir en original, fue así como el lugar del rock comenzó a albergar a bandas como Ritmo Peligroso, Kenny y los eléctricos, El TRI, Kerigma, Botellita de Jerez, Cecilia Toussaint, Jaime López, Dama etc.

Una siguiente camada de músicos nació cuando jóvenes que asistían comúnmente al recinto como Aleks Syntek, Saúl Hernández, Sax y Roco entre muchos otros, comenzaron a presentar a sus bandas y es cuando surge Caifanes, Maldita Vecindad, Neón, Los amantes de Lola entre otros que poco a poco se fueron puliendo hasta comenzar a tener su propio público.

Rockotitlán realmente era un espacio en donde se vendía comida y cerveza y lo importante del lugar era la música, que además incluía un show para niños los domingos con la banda Que payasos, quienes también hicieron una historia en el rock para chavillos.

Fueron 5 años los que esta primer administración llevo el lugar, pues en 1990 después de un pleito entre Botellita de jerez en donde Sergio deja a la banda, es cuando se decide vender las acciones de Sergio y Fernando y dejar el lugar en operación de Tony Méndez, bajista de Kerigma, quien ya tenía un poco de experiencia después de haber administrado La Rocola.


En esta parte de la fundación de “El lugar del rock” se logró comenzar una industria de rock en español, a partir de la comprobación de mercado, pues era precisamente en esta azotea de la colonia Nápoles, donde los ejecutivos de las disqueras, los medios y de más agentes que decidían sobre la carrera artística, veían que el lugar se abarrotaba y por supuesto que había mercado.