Una aventura con el Sur 16, de esas que se viven en el rock,
aquí es cuando checas la realidad de las bandas con los pequeños grandes
detalles, con lo que te demuestran en el
día a día, esta es solo una muestra de lo que es la conexión entre los grupos y
su público, cuando el compromiso está en la música, en el gusto por convivir y
ser parte de una familia rockanrolera.
Era un 12 de Mayo en donde en el cartel estaba anunciado Sur16 junto con otras bandas de rock, es un problema porque muchas veces las
bandas no asisten a tocar por que los promotores no les pagan y acaban sin
tocar y es por eso que cuando vas a estas tocadas es una mala apuesta el saber
si tu banda estará presente o no.
Me puse mi playera, una que tiene bordado el logotipo de
Sur16 y en el frente está el rostro del Vampiro, la porto porque me acuerdo de
lo que representaba su música en mi vida y porque escucharlo para mí fue algo
grandioso, ahora el Sur 16 es diferente, pero conserva esa esencia y e hijo del
Vampiro, Ángel Rangel, también tiene un tono parecido en la voz, por eso me
laten.
Ese día llegue a San Juan del Rio, en donde la tocada
avanzaba y avanzaba y no se llegaba a nada, los de Sur no aparecían, la neta si
se la arme de pedo a los de la taquilla y no solo yo si no que muchos si le
armamos un desmadre al organizador, que no tenía aparente idea de lo que había pasado
con ellos.
Mientras en las carreteras de Querétaro – San Juan del Rio,
una camioneta yacía con una falla mecánica, caía la noche, la banda de rock
estaba desesperada, pues le faltaba una fecha para terminar con todos los
compromisos que había adquirido, faltaba la tocada de San Juan del Rio.
Después de todo un desbarajuste la camioneta siguió el
rumbo, los integrantes de Sur 16 llegaron a la tocada, pero ya se había decidido
que ya no habría más bandas, por ende la planta de luz, el audio y de más,
decidieron comenzar a guardar.
No obstante había más de una decena de chavos que estuvieron
esperando al Sur16, quienes desanimados planeaban su regreso a casa, pero no
contaban con que la banda comenzó a sacar sus guitarras de la camioneta para
complacer a su banda tocando y cantando en acústico al ras de la banqueta, así
de la forma más bohemia, todo con tal de que el ánimo de la banda no decayera.
Una reunión que no estaba planeada pero que seguramente será
recordada con una gran sonrisa por quienes lograron ser parte de esta verbena
callejera al mero estilo de las grandes bandas de rock mexicano.
Esta es una de las miles de historias de rock mexicano.
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