viernes, 19 de julio de 2019

Muere Richard, pero Mara sigue



A finales de los años 70, a los 20 años Ricardo García Cano junto con sus amigos de la colonia Toshiro y Abulón, estaban armando una de esas ideas que se convertirían en un parte aguas para la historia, un grupo de rock mexicano que combino la música, con la estética, el histrionismo y que sentó un precedente de las presentaciones de las bandas en el rock.

Ricardo García se fue convirtiendo en Richard Mara y en los años 80 los colores, los mayones, los solos de guitarra y las letras contundentes hicieron que la gente volteara a ver a Mara, con la vanguardia como una constante, con atrevimiento, pues aún era bastante arriesgado en México presentar un rock tan glam como se estaba viviendo en Los Ángeles en los pequeños bares de rock, Mara ya estaba en esa misma sintonía.

Cuando entra al grupo Charlie Monttana hubo un clic inmediato, casi químico, el escenario se llenaba por completo con Toshiro y Richard de lado de un carismático front man, las composiciones se hicieron más arriesgadas y salían mucho mejor, más fluido y sobre todo lograban discos que bajo la producción musical de Richard lograban proyectar exactamente lo que pretendían desde que estaban en las libretas haciendo rolas para que quedaran en la memoria de los seguidores del rock mexicano que nacía.

El sonido que tenía Mara era algo que ninguna otra banda tenía, Javier Batíz era el maestro del soul, Three Souls in my mind era el blues el shuffle, pero Mara era el desmadre, era la fuerza de vivir el rockstarismo a todo lo que daba, así tal cual como los grandes del rock internacional, tocando en todos lados, desde Neza al Pedregal, de Coyoacán a Coatepec, así era la vida de Mara, tan intensos que también los pleitos eran fuertes, a mentadas de madre libres y directas, al grado de hacer que Monttana los mandara a volar y fue cuando Aldo de la O llega a la escena, con el peso que dejaba Charlie al frente de la banda, pero al final cumple con lo que se le pide, un gran vocalista, con muy buen registro vocal, inclusive mejor que el de Monttana, un nuevo mara comienza.

Pero no por ello la intensidad iba a parar, había días en que Toshiro salía de los ensayos mentando madres y desapareciendo en bares de la ciudad de México para reaparecer dos semanas después, los excesos también estuvieron muy presentes en la banda, la carretera, los hoteles, las chicas, así como hablaban las canciones era como se vivían los días de rock.

Fue así cuando de pronto un día ya no siguió, Richard fue uno de los que más la sufrió, de algún modo Toshiro necesitaba desintoxicarse, Abulón ya estaba cansado y Aldo sencillamente se sentía en aquel momento solo el vocalista, a veces en ingratitud de los demás de la banda, pero Richard sufrió estos 10 años de descanso.

De pronto él vive latino los busca para una reunión, alguien recordó a la banda, la exigencia, que se reunieran con Charlie Monttana, para Richard fue una gran oportunidad y fue el primero en aceptar, fue una pieza fundamental entre Abulón y Toshiro para que se consumara este regreso, Monttana y Ricardo hicieron una relación muy sólida, por la misma forma de pensar, porque estaban en un mismo canal, así fue este reencuentro, un pretexto para seguir dando tumbos en el rock mexicano.
Como era de esperarse Monttana dio una serie de shows con ellos y siguió con su exitosa carrera como solista, Toshiro opto por llamar a uno de sus discípulos Roberto Wong, pero una vez más entra en la historia Ricardo, haciendo puntual que Aldo de la O era el vocalista de Mara y fue así como se le busco y se le dio por fin su lugar, el vocalista de Mara.

Desde ahí hubo más de Mara, un par de discos, cientos de tocadas, pero pues ya la energía no era la misma y no porque no hubiera química o por que no hubiera ganas, sencillamente los años habían pasado y poco a poco fueron mermando.

Después de una cirugía de corazón, Richard decidió no frenar, siguió en el bajo de la banda, con todo y las dolencias, con todo y ese malestar así estuvo.

Para Richard siempre fue seguir por el rock y morir en la raya, así fue.

Mara sigue después de la partida de Ricardo García Cano, porque esa es su voluntad, que no se frene el legado, que el rock siga sonando y que el mayor legado que dejo en la vida un músico que dejo en claro que vivió por y para el rock mexicano.

Siempre recordaremos ese cuarteto, esos sujetos que se atrevieron a cantar verdadero rock mexicano, que le dieron una sazón especial que sin ellos quien sabe que sería del movimiento actual.
Descansa en paz Richard, pero no así Mara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario