jueves, 28 de junio de 2018

Sur 16 aventuras de carretera



Una aventura con el Sur 16, de esas que se viven en el rock, aquí es cuando checas la realidad de las bandas con los pequeños grandes detalles,  con lo que te demuestran en el día a día, esta es solo una muestra de lo que es la conexión entre los grupos y su público, cuando el compromiso está en la música, en el gusto por convivir y ser parte de una familia rockanrolera.

Era un 12 de Mayo en donde en el cartel estaba anunciado Sur16 junto con otras bandas de rock, es un problema porque muchas veces las bandas no asisten a tocar por que los promotores no les pagan y acaban sin tocar y es por eso que cuando vas a estas tocadas es una mala apuesta el saber si tu banda estará presente o no.

Me puse mi playera, una que tiene bordado el logotipo de Sur16 y en el frente está el rostro del Vampiro, la porto porque me acuerdo de lo que representaba su música en mi vida y porque escucharlo para mí fue algo grandioso, ahora el Sur 16 es diferente, pero conserva esa esencia y e hijo del Vampiro, Ángel Rangel, también tiene un tono parecido en la voz, por eso me laten.

Ese día llegue a San Juan del Rio, en donde la tocada avanzaba y avanzaba y no se llegaba a nada, los de Sur no aparecían, la neta si se la arme de pedo a los de la taquilla y no solo yo si no que muchos si le armamos un desmadre al organizador, que no tenía aparente idea de lo que había pasado con ellos.
Mientras en las carreteras de Querétaro – San Juan del Rio, una camioneta yacía con una falla mecánica, caía la noche, la banda de rock estaba desesperada, pues le faltaba una fecha para terminar con todos los compromisos que había adquirido, faltaba la tocada de San Juan del Rio.

Después de todo un desbarajuste la camioneta siguió el rumbo, los integrantes de Sur 16 llegaron a la tocada, pero ya se había decidido que ya no habría más bandas, por ende la planta de luz, el audio y de más, decidieron comenzar a guardar.

No obstante había más de una decena de chavos que estuvieron esperando al Sur16, quienes desanimados planeaban su regreso a casa, pero no contaban con que la banda comenzó a sacar sus guitarras de la camioneta para complacer a su banda tocando y cantando en acústico al ras de la banqueta, así de la forma más bohemia, todo con tal de que el ánimo de la banda no decayera.
Una reunión que no estaba planeada pero que seguramente será recordada con una gran sonrisa por quienes lograron ser parte de esta verbena callejera al mero estilo de las grandes bandas de rock mexicano.

Esta es una de las miles de historias de rock mexicano.

viernes, 4 de mayo de 2018

Los monstruos del rock de aca la memoria de una leyenda


Una iniciativa de un empresario visionario de la música rock y metal, en un tiempo que a penas se abría y que comenzaba a dejar de ser un peligro todo este movimiento.

Era 1996, las calles se plagaron de un cartel amarillo que anunciaba un festival con mas de 10 bandas de rock en un recinto que podia albergar a mas de 10 mil almas, comenzaba una tradición en muchos sentidos.

El cartel de la primera "tocada" a la que asistí. Fue una pequeña amalgama de la escena subterránea de aquellos días. Desde muy temprano la banda se dejo caer a la ahora extinta plaza de toros "El Toreo". Abrió La Concepción de la Luna y cerró Cuca. Resorte aún no tenía disco, Charlie Monttana comenzaba su carrera de solista, Rod todavía estaba con Heavy Nopal, Lira'n Roll no tocó, en Next estaban 5 Alanis, Malón venía de Argentina.

Luzbel era la banda que personalmente más esperaba, salieron a las 15:10 con un set de 5 canciones demostrando porque han sido la banda más importante del metal nacional, Alejandro, Zito y Raúl ejecutando himnos que todos los reunidos ahí coreabamos; Arturo anunciaba que este festival se repetiría año con año.

El desempeñó general de todas las bandas fue excelente, impresionantes actuaciones de Kenny, Ramses, Banda Bostik, Tex Tex y Transmetal.
Un festival inolvidable, han pasado más de 20 años y hay cosas que han cambiado, para bien y para mal.

Hacen falta eventos así, donde se mezclen géneros y bandas comerciales con las subterráneas porque hay quienes creemos que el Rock Mexicano es uno solo, dividido por salud, pero uno solo al fin y al cabo.

Santiago Ramirez

martes, 3 de abril de 2018

Los jefes de jefes del rock mexicano



Por iniciativa de quien era el manager de Transmetal, Juan Santos, un joven a quien le gustaba el metal y tenía en mente el impulso de este movimiento, que cada vez se hacía más grande y que poco a poco se convertía en una cultura arraigada en la periferia de la ciudad de México, se llevó a cabo el 1 de Mayo de 1996 un evento al que se le denomino “Mounstros del rock de acá”, que se llevo a cabo en aquel Toreo de cuatro caminos, que marcaba el fin de la Ciudad de México y la entrada al Estado de México en el municipio de Naucalpan.

El cartel lo encabezaban las bandas Cuca, Resorte, Transmetal, Haragán, quienes estaban en voga con sus seguidores, la primer intención de juntar a estas bandas era tener una amplitud de géneros y que la gente se la pasara bien, no importando cuál era su preferencia, era acostumbrar a la gente a ser parte de estos festivales, de los que poco se conocía en este momento, ni siquiera él Vive Latino existía.
Lleno de símbolos ideológicos, Juan Santos quien en el futuro lanzara la empresa JSC producciones, pensó en celebrar un día de rock para todos los trabajadores de México, pues la mayoría de ellos eran quienes seguían a estas bandas y más en las inmediaciones de la ciudad, por ello se eligió el puente del 1 de Mayo, el día del trabajo, con la conciencia de que ese día se podía celebrar sin problemas con la familia completa, cosa que era difícil en otras tocadas, pero en esta no.

Así comenzó la tradición, con un Toreo de Cuatro caminos lleno en 1 de Mayo, solo bandas de rock, rompiendo con todos los pronósticos posibles, es aquí cuando Juan Santos comienza una labor, crear el primer festival de rock en México.
El nombre estaba bien, pero Santos, quería reforzar los simbolismos y sobre todo la idea de generar un festival que fuera para toda la banda, para que ese público que comenzaba a hacerse más sólido, ese público que comenzará con los movimientos de metal, punk, blues, que apoyaba a los hoyos funkies, que comenzaban a seguir los pasos de sus padres, para toda esa banda era a la que se le dedicaba este evento, que además iba ad hoc con esa apertura increíble al rock en algunos medios y ya la aceptación de los gobiernos por este género.

Es así como surge para 1997 Los jefes de jefes del rock mexicano, un nombre que hace una doble alusión, obviamente a los grupos que se presentan y principalmente al público pues este festival es una celebración para ellos, para su conjunción para su beneplácito.
La nueva sede fue la Arena López Mateos, en donde tocaron año con año bandas como Haragán, Lira n roll, Transmetal, Espécimen, TexTex, Charlie Monttana entre otras que hacían de este festival un momento idóneo para celebrar el rock mexicano.
Una constante de este evento era la producción excedidamente pulcra, los horarios, la logística, la presentación de las bandas, las preventas, la imagen del festival, todo siempre estaba bien pensado por el creador del mismo, quien año con año media lo que salía bien y lo que salía mal.

Fue en el año 2006 cuando la Arena López Mateos registro un lleno excedido el cual marcaba que el recinto ya quedaba chico para este gran festival que además hacia que publico desde Toluca, Puebla, Cuernavaca y hasta Estados Unidos, fue entonces cuando el festival migro hacia el Centro de Convenciones de Tlalnepantla, en donde con más de 5 mil asistentes se comienza una nueva etapa en el festival, una celebración masiva del rock mexicano.

El 2007 y 2008 fueron históricas para el festival, pues con más de 8 mil asistentes, una gran producción y sobre todo excelentes bandas, el festival se consolidaba y se convertía en el más importante de rock.
Durante el 2009 fue la primera ocasión en que el festival se suspende por la contingencia de la pandemia en México, lo que hizo que el festival se llevara a cabo hasta el 31 de Mayo, en donde se filmaría el DVD de Espécimen, Deskonzierto.
Para entonces el festival Los Jefes de jefes del rock mexicano, ya era un referente del underground, un festival al que asistían personas desde todas las partes del mundo, pues grupos de Ecuador, Argentina y Perú lograron presentarse en el festival, además de convocar público desde Estados Unidos, El Salvador y la mayor parte de la República mexicana.

Para el 2010  evento se llevó a cabo al aire libre pues Las Palapas, fueron el recinto que alojo al festival haciendo de este evento algo único, pues bandas como Liranroll, Tex Tex o Interpuesto hacían que la cartelera de este festival fuera asegurada, además de que fuera el primer festival de esta índole en ser docume ntado para Riff111, lo que hacía de Los Jefes de jefes del rock una experiencia completa que además entraba a la vanguardia de los festivales.

Para el 2012 Los Jefes de jefes del rock encontraron un nuevo recinto, la recién inaugurada Arena Ciudad de México, un recinto de primer nivel, en donde bandas como Real de 14, Liranroll, Espécimen o Sam Sam, entregaron lo mejor de su repertorio en un festival que era para el rock mexicano, un evento que dignificaba al movimiento y que hacía ver que el rock en nuestro país estaba en un punto merecedor.

El 201y 2014 el evento se llevó a cabo en un desaparecido foro en  Lomas Verdes para que en 2015 se llevara a cabo el último Jefes de jefes en el Rodeo de Santa Fe, en Tlalnepantla.
Porque un festival de esta magnitud decayó?, que fue lo que paso, que una tradición rockanrolera, ahora es parte del recuerdo del rockero mexicano?, porque a pesar de haber sido el primer festival de rock de trascendencia se quedó estancado en el camino?, estas son solo algunas preguntas que nos hacemos cuando recordamos ese Centro de convenciones repleto sin importar que el evento se llevara a cabo en lunes o martes y que al otro día hubiera trabajo, donde se juntaban los niños, con los hijos y los abuelos, donde todo soltero llegaría con sus mejores galas para ligar a alguna rockerita por medio del baile, esa amplia producción que hacía que los grupos se sintieran tan a gusto y sobre todo que vieran en el festival una verdadera oportunidad de expansión de sus propuestas y proyectos.

Probablemente todo esto nos llevaría al asunto del trabajo en conjunto, del trabajo en equipo, las cuestiones de asumir lo que nos corresponde, eso es lo más fácil de entender, que para hacer solidas las industrias hace falta liderazgo, profesionalización y compromiso.
Un festival que un año más extrañaremos, pues tampoco este 2018 hay si quiera algún augurio de que este festival nos sorprendiera.