Son las 3:00 am en Los Ángeles
California y mientras escribo este editorial en el reproductor de mi cuarto
Alex Lora deja la vida en un concierto grabado en vivo desde el Auditorio
Nacional.
Su voz rasposa y sus letras
reales me hacen darme cuenta del poder e inspiración que ha dejado huella en mí
y en tantas mentes y almas por más de treinta años!
Aún recuerdo mi encuentro con el
rock mexicano, al final de los años ochentas y principios de los noventas, cabe mencionar para el lector que
las fechas son basadas en mi encuentro con el rock no con las fechas de
lanzamiento de los álbumes que mencionaré. Para mi encuentro con el Rock
mexicano era un culto, una aventura, era conocer al tipo abusado de tianguis
que podía darte cassettes piratas y mal copiados me hacía sentirme único en mi
adolescencia.
Como yo miles de jóvenes
estábamos estupidizados por el poder de
grandes bandas extranjeras que debo aclarar no eras malas, más bien eran excelentes,
pero su sonido era limpio y bien producido de alta calidad sonora a comparación
de nuestro rock mexicano, nuestro rock urbano; como comparar en la mente de un
niño de 10 años que apenas empezaba a entrar a la pubertad y su percepción de
Gun's and Roses con bandas como La Lupita o las víctimas del Doctor cerebro.
Y fue ahí en la cima de mi
transformación de niño a hombre que mi primo a los 19 años, he el adulto para
mi época me presento al maestro Alex Lora y su tema Triste canción de amor.
Mi mente se expandió , empecé a
crear un gusto propio , de ahí vino la gran C.C. Botellita de Jerez con su
humor tan propio, tan mexicano.
Decidido a profundizar en esta
hipnosis, viajé al Chopo por primera vez; y me di cuenta de la energía y
matices que generaba la escena de Rock en México desde el gran concierto de Avándaro
hasta mi descubrimiento de esta vertiente musical.
Mi camino por el Rock ha sido
poco ortodoxo.
Desde mi descubrimiento de
maestro "El Haragán y Cia pasando por dónde jugarán la niñas de Los ahora
clásicos Molotov, hasta los rincones ocultos del metro Tacubaya y la incursión
de músicos independientes en YouTube.
Siempre fui seguidor de la
amistad y la energía de rock más que del talento mismo, siendo nacido en Azcapotzalco
y emigrado por mis padres a la cuidad conurbada de Satélite tuve la suerte de
viajar entre el rock urbano del barrio de mi pueblo, Azcapo y al mismo tiempo
poder adornar mis oídos con mis vecinos de La Lupita y el raro y único Héctor
mi gran ajonjolí de todos los moles El maestro de la guitarra Lino Nava.
Así como Rubén yo viajaba de la
urbe fresa de Satélite al barrio de la Reynosa, yo para jugar basquetbol y el
para encontrarse con lo que se llamaría café Tacuba en la Universidad autónoma
mexicana (UAM) en El Barrio de Azcapotzalco en la colonia Reynosa.
El rock ha marcado mi vida en
varios niveles y experiencias, desde madrugadas inolvidables escuchando a los
geniales Tex-Tex mientras hacía tareas hasta brincar y matear con los tonos
estridentes de Lira and Roll en las fiestas del viejo bajista de la Caverna
Augusto Cabrera.
Cada rola cada nota cada letra ha
ido dejando huella en mí y en miles y miles de mexicanos.
Hoy el Rock mexicano, trae un
nuevo aire, con bandas nuevas y llenas de esperanza en un mundo digital al
alcance de todos.
No sé si el Rock sea mejor ahora
o fuera mejor en el antaño, tal vez solo sea el rencor de no tener la juventud
de oídos para sentir el rock de antes como lo percibo ahora.
Pero si extraño el sonido de
antaño, ese que escuchamos mi primo y yo en su walkman con audífonos rotos para
que cada quien pudiera escuchar al mismo tiempo.
En este viaje por la música en mi
percepción daré ejemplos de cómo la vida, la sociedad y el Rock mexicano e
internacional interactúan y ha sido un parte aguas en las vertientes socio
políticas de nuestro México querido.
Los invito a seguirme leyendo
porque este rockanrolero de satélite y Azcapo semana a semana le dará unas
cuantas palabras que si no educan entretienen.
Hoy a mis 40 años he visto nacer
bandas que se olvidan, unas que se vuelven leyendas y otras que nos llenaron de
ilusiones pero la vida nos arrancó su talento de esta tierra para mandar a
nuestros músicos a la tierra de los dioses.
Sin embargo hoy no encuentro
leyendas, bandas como Zoé y los amigos invisibles han matado la esperanza del
rock para nuestra gente, pero aún siento el movimiento, el calor de los
guitarrazos de leyendas que se están cocinando en un cuartito en la Narvarte o
en un garage en Echegaray.
Ese aroma a ser libre,
rocanrolero y revolucionario. Y espero ver nacer a un nuevo Lora, a un nuevo
Lalo Tex a un más joven y contestatario Rod Levario pero mientras eso pasa les
dejo esto para que lo piensen mientras escuchan a los Garrobos en Riff 111
Y usando la inspiración y
palabras de mi célebre, Rockstar y gran amigo Luis Álvarez del Haragán y Cia me despido diciendo
El rock Mexicano "No está
muerto simplemente está durmiendo."
Buena reseña
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